Figura de cerámica vidriada "Jinete a caballo", dinastía Ming (1368 - 1644)

Cerámica modelada, vidriada en ámbar, verde, negro y blanco, y policromada en negro y blanco.

Representa un guerrero celestial montando un caballo con las manos apretadas como si estuviera sujetando un arco. Los rasgos del rostro y detalles de la figura se encuentran bien representados, al igual que la elección de la decoración.

El guerrero está sentado a horcajadas sobre una silla de montar que tiene abajo un paño de un tejido grueso, terminado con flecos. Viste una armadura completa de la época con protecciones en cota de malla que cubren hombros y piernas sobre una túnica, sujeta en las muñecas con unos brazaletes apretados. Las protecciones de los hombros tienen forma de cabezas de león, y la del pecho con un medallón en relieve. En la cintura y los riñones lleva una faja atada con un cinturón que sostiene una espada y un carcaj. En la cabeza viste un gorro o casco apuntado, que protege también la parte trasera del cuello, y una tiara adornada con cabujones en la frente. Las botas son robustas y tienen las puntas levantadas.

La silla y las riendas están atadas al caballo mediante tiras gruesas con unas bolas decorativas, colgadas en el pecho, el lomo y el hocico, además de herrajes en forma de flor. La crin del caballo se encuentra encrespada con puntas hacia arriba y policromada en negro. El orificio trasero servía para simular la cola del caballo, insertando materiales naturales que no se conservan por ser perecederos, al igual que las armas que llevaría en las manos. La figura está sobre una peana que tiene un soporte en el centro. 

Medidas: 50 x 40 x 22 cm

Su estado de conservación es excepcional, teniendo en cuenta su antigüedad. Presenta algunas mínimas restauraciones, aunque conservando su integridad. 

Procedencia:

Colección privada española. 

Esta importante colección privada proviene de un exitoso empresario dedicado a la construcción e inversiones a nivel nacional e internacional que residió en diferentes lugares de España y el sur de Francia. Esta parte de la colección exhibida de manera exclusiva por primera vez en subasta, se centra en la cerámica china de la dinastía Tang y es un conjunto de piezas con calidad propia de un museo. La familia mantiene la tradición por viajar desde el éxito de un antepasado que durante los años 30 viajó por Manila, Shanghai, El Cairo, La Habana... en la práctica del deporte "cesta punta", y en particular, motivados por un interés de descubrir diferentes culturas que les llevó a construir una gran colección. En general, su interés por el arte es tal que en su colección se conservan piezas tanto de origen asiático como europeo.

La adquisición de la colección se empezó en los años 90 y se fue construyendo durante años de estudio en Madrid y en diferentes viajes a París, Nueva York, Hong Kong, España y Alemania; en reputados anticuarios como "Arch Angel" de Hong Kong y subastas internacionales como Nagel. Para ello, han colaborado también especialistas en la selección, estudio y verificación de las piezas, tal y como se observa en la documentación que las acompaña: facturas, estudios e informes.